La última edición del clásico espanyol–barcelona no solo estuvo cargada de emociones dentro del campo, sino que también se vio ensombrecida por un incidente inesperado a las afueras del RCDE Stadium. Lo que debía ser una fiesta del fútbol catalán acabó marcado por un atropello que conmocionó a todos los presentes.
Antes del pitido inicial del espanyol–barcelona, un vehículo irrumpió en los alrededores del estadio, arrollando a varios aficionados. Según los informes iniciales, los hechos ocurrieron poco antes de que comenzara el esperado encuentro, llenando de angustia y preocupación a la multitud congregada para el tradicional derbi catalán.
Ambulancias y operativos de emergencia tras el atropello en el Espanyol–Barcelona
Las autoridades confirmaron que uno de los heridos seguía en estado grave en la UCI. El resto de afectados fueron atendidos en el lugar o trasladados a hospitales cercanos. La conductora fue detenida justo allí, y los Mossos d'Esquadra explicaron que, según las primeras pesquisas, se trató de un "hecho accidental" tras un episodio de pánico al verse rodeada de aficionados y acosada por la situación.
La investigación del incidente continuó mientras el partido se celebraba, dado que no se consideró que el atropello supusiera un riesgo para el evento. Según un artículo de El País, los antidisturbios protegieron a la conductora para evitar represalias y mantener la tranquilidad en la zona.
Por otro lado, el portavoz de los Mossos detalló que la mujer "sufrió un ataque de pánico" al intentar salir del lugar, tras sentirse amenazada e increpada por parte de algunos aficionados. Mundo Deportivo recoge declaraciones donde se relata cómo le lanzaron objetos al auto y acabaron rompiendo los cristales antes de que ocurriera el atropello.
Mientras los heridos eran atendidos, el espanyol–barcelona dio inicio bajo una atmósfera de desconcierto e incertidumbre. Según la cobertura de Marca, hasta siete ambulancias acudieron a socorrer a los afectados y, afortunadamente, la mayoría resultaron con lesiones leves.
La afición del Espanyol, especialmente la grada de animación, expresó su protesta con el abandono de sus asientos. Muchos consideraron que el partido debía haberse suspendido tras el suceso. Aun así, la organización decidió continuar el encuentro, generando un debate sobre las prioridades en situaciones así.
El RCD Espanyol mostró su solidaridad a través de las redes sociales, reiterando su apoyo y deseos de pronta recuperación a los afectados. La comunidad futbolística, jugadores y directivos se sumaron al llamado a la calma y el respeto, manteniendo la esencia de rivalidad deportiva alejada de la violencia.
Lo ocurrido en el espanyol–barcelona 2025 es un recordatorio de cómo grandes eventos deportivos pueden verse alterados por situaciones imprevistas. La seguridad, la responsabilidad colectiva y la empatía deben estar siempre presentes en escenarios que convocan a miles de personas.
La investigación policial sigue abierta y los clubes, junto con las autoridades, buscarán mejorar las medidas para prevenir episodios similares en el futuro. Mientras tanto, la afición espera que la pasión por el fútbol siga siendo el auténtico motor de estos emblemáticos encuentros.