La ciudad de Bilbao ha vuelto a ser protagonista en la escena internacional gracias a la celebración de la final de la Europa League 2025. Más de 50.000 aficionados llegaron para disfrutar del evento en San Mamés, dando vida a sus calles y convirtiendo el centro de la capital vizcaína en el epicentro del fútbol europeo.
Este año, la final enfrentó a Tottenham y Manchester United en el mítico estadio de San Mamés. La expectación fue enorme, ya que los dos equipos ingleses se jugaban mucho más que un trofeo: el billete a la próxima edición de la Champions League. Según detallan en El Mundo, el ambiente en Bilbao fue histórico. Decenas de miles de seguidores inundaron bares, plazas y comercios, dejando huella tanto en lo económico como en lo social.
La llegada masiva de hinchas ingleses puso a prueba la capacidad de organización de la ciudad. Las autoridades desplegaron un operativo especial para garantizar la seguridad, especialmente en las zonas más concurridas como Pozas y el Casco Viejo.
La gran cita deportiva también trajo momentos de tensión y anécdotas insólitas. Un ejemplo es la historia de un valiente vecino de Bilbao que no dudó en enfrentarse a varios hooligans que intentaban escalar su balcón en la Plaza Nueva. La situación, captada en vídeo y compartida en AS.com, se ha hecho viral y muestra cómo los bilbaínos defendieron su ciudad con determinación y humor.
No todo fueron celebraciones pacíficas. El comportamiento de algunos hinchas londinenses generó ciertos problemas en la zona de Pozas. Según relata El Correo, grupos de seguidores del Tottenham celebraron de forma desmedida, llegando a dañar mobiliario urbano como semáforos y lanzando cerveza a los rivales. Estos incidentes obligaron a reforzar la vigilancia en el centro y suscitaron debates sobre el civismo y el respeto durante las grandes citas deportivas.
Más allá de los momentos intensos, la final dejó un legado positivo en Bilbao. La ciudad demostró su capacidad para albergar grandes eventos internacionales y proyectarse como destino turístico y cultural. Comercios, hostelería y servicios vivieron jornadas de récord en facturación, mientras que la imagen de Bilbao recorrió el mundo en retransmisiones televisivas.
Bilbao combina su tradición futbolera, su hospitalidad y su belleza urbana para consolidarse como un referente del deporte y la convivencia.
La final de la Europa League 2025 fue mucho más que un partido en San Mamés. Supuso una prueba de fuego para Bilbao y sus ciudadanos, que demostraron una vez más su carácter acogedor y su pasión por el fútbol. Si quieres conocer todos los detalles del encuentro y cómo la ciudad vivió este evento histórico, te recomendamos leer la cobertura especial de El Mundo. Bilbao seguirá siendo, sin duda, una de las grandes capitales del deporte europeo.